El punto de encuentro para su visita al Monte Vesubio es la entrada a las excavaciones de Pompeya. Aquí subirá a bordo de un elegante monovolumen que le transportará cómodamente en su aventura. A medida que avanza, su simpático guía experto le contará historias sobre lo que verá. Conduciendo por carreteras que ascienden por las laderas, pasará por delante del impresionante Observatorio Vesubiano. Se trata del centro de vigilancia vulcanológica más antiguo del mundo. Atravesará los frondosos bosques de pinos y robles. Verá cómo contrastan con el árido suelo rojizo de la cumbre.
Al pie del cráter, pasará por la cola de espera, ya que habrá reservado sus entradas con antelación. Aquí comienza el camino que lleva a la cima. Hay numerosos miradores en los que podrá detenerse si necesita recuperar el aliento. No necesariamente por el esfuerzo, sino por las impresionantes vistas. Mire a su alrededor y contemple el Golfo de Nápoles y el vasto interior de Campania. A diferencia de otros volcanes, el Vesubio domina directamente las ciudades y la vida humana. Desde el borde del cráter hasta la costa de Herculano, la distancia es de sólo seis kilómetros. Una vez en la cima, a 1.281 m de altura, podrá asomarse al interior del enorme cráter. Aquí podrá apreciar plenamente la tremenda fuerza de este volcán, aunque no vea el magma burbujeante y resplandeciente. Es el sueño de cualquier fotógrafo.
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